Powered By Blogger

sábado, 15 de octubre de 2016

BARBERÍA IMPERIAL
En la capital boyacense es común que se hable de estilistas y peluqueros, pero en cuanto de barberos y sobretodo de una barbería de casi 100 años.
Esta denominación con la cual se designaba a la persona dedicada al particular oficio de acicalar el cabello y arreglar la barba, fue reemplazada en un principio por peluquero y con el tiempo sólo se habla de estilista, término que por demás ofende a los barberos.
A pesar de los cambios y de la moda hay quienes se oponen a dejar el pasado y a olvidar las tradiciones. La Barbería Imperial es un ejemplo de esa resistencia contra el paso del tiempo y la embestida de la modernidad.
Su historia se remonta a 1918 cuando don Jorge Algarra y su socio, un hombre de quien hoy no se tiene mucha información, pero que se apellidaba Moreno, deciden darle vida a la que hoy pude considerarse como la última barbería de su generación. En el 2018 cumplirá sus 100 años dicha barberia.
Por lo menos así lo cree Gonzalo López quien recuerda que a ellos se les ocurrió montar el negocio por la calle 19 cuando en la Plaza de Bolívar aún funcionaba el mercado local.
Luego de algún tiempo Algarra y Moreno deciden disolver la sociedad aunque continuaron vinculados a la misma actividad. Transcurría el año 1950 y Algarra ubicó su barbería  en la carrera décima hoy conocida como la calle de la pulmonía. Moreno, mientras tanto, montó su negocio en un local diagonal al de su ex socio. La competencia era fuerte, cuenta Gonzalo, sin embargo de las dos barberías sólo sobrevive la Imperial.
CAMBIO DE DUEÑO
“El señor Algarra no le dedicaba tiempo a la barbería, ya estaba muy viejo y trabajaba comprando nóminas en la Alcaldía y otras cosas “, dice Gonzalo y asegura que el lugar tendía a la extinción. Por esa razón en 1969 adquirió el negocio para tener su propia fuente de ingresos.
El local contaba con un caballo de madera para los niños, que aún sus clientes más antiguos recuerdan, dos peinadores, dos sillas fabricadas en 1901, algunas barberas antiguas y navajas para afeitar.
Martín Salinas y su actual dueño son los dos hombres que ahora guardan con recelo los artilugios del lugar. Con batas blancas, trajes de paño, zapatos brillantes y bigotes que hacen alarde de sus dotes, reciben a diario entre 20 y 25 personas.
Martín dice que nadie sabe manejar la barbera mejor que ellos, práctica que, aseguran, sólo se logra con el tiempo y no tienen reparo en guardar distancia de los actuales estilistas que emplean máquinas eléctricas.
Martín es Chiquinquireño, va a cumplir seis años en la Barbería Imperial luego de haberse alejado de su tierra natal. Dice que el silencio y la calma son difíciles de encontrar en otro lugar por lo que los mejores años de su vida los ha pasado en ese negocio.
LAS CHIVERAS, LOS CORTES Y LAS BARBERAS
Un amplio figurín de estilos para el corte de cabello reposa en la pared. A su izquierda las barberas de comienzos de siglo, peinadores de 1918 y cuchillas antiguas para darle forma al bigote.
Delgadas tijeras para el corte de cejas, patillas y vellos de orejas y nariz de los clientes más exigentes permanecen en la barbería.
Son las 9 de la mañana y Martín atiende al primer visitante del día, un cliente de más o menos sesenta años que lee el periódico mientras es acicalado con una máquina antigua.
Al cabo de 20 minutos el corte está casi listo, sólo falta darle unos retoques a la barba y para ello toma la cuchilla, la afila con una lija y la pasa lentamente por su rostro. Al final esparce un poco de alcohol sobre una piedra de alumbre con la que frota el cuello y las orejas de su cliente para eliminar posibles infecciones o alergias.
Por su trabajo recibe seis mil igual que por cortar el cabello y hacer el candado.
LA CLIENTELA FIEL
Carlos Eduardo Vargas Rubiano, el ex gobernador, era uno de los más antiguos pero murió hace poco, así como han fallecido otros dos de los fieles concurrentes al lugar, uno de ellos de apellido Fletcher, de Turmequé.
Francisco Pérez es un tunjano radicado en Bogotá, que aprovecha un viaje a la capital de Boyacá para pasar por la Barbería Imperial. No frecuenta otro lugar porque asegura no quedar satisfecho.
Manuel Vargas, otro de los clientes, comenta que no cambiará de servicio “porque la habilidad de don Gonzalo y don Martín no se puede comparar con la de los nuevos estilistas”.
Martín seguirá trabajando 'hasta que Dios le de vida'. Gonzalo dice que venderá la Barbería sólo si a su nuevo comprador no le interesa el beneficio económico, como tampoco le interesa a él y más bien se preocupa por preservar la barbería más antigua, la Barbería Imperial.
Bibliografía


Monocromo (MC)
ISO: 12800
Diafragma: 5
Obturación:1/600

Uno de los Emblemas de la BARBERÍA IMPERIAL
ISO:12800
Diafragma:9
Obturación:1/600

Reliquia de la Barbería (Los Monos)
ISO:10000
Diafragma:2.3
Obturación:1/500

Uno de los Emblemas de la BARBERÍA IMPERIAL
ISO:12800
Diafragma:9

Obturación:1/600

Como un pintor, coloca la crema para no irritar la piel al cortar con la cuchilla
ISO:10000
Diafragma:2.3
Obturación:1/500 

Proceso de echado de crema para no irritar la piel con las cuchillas
ISO:10000
Diafragma:6
Obturación:1/700

ISO:12800
Diafragma:5
Obturación:1/500

Los estantes de manera de alta calidad y antigüedad
ISO:12800
Diafragma:4
Obturación:1/600

La delicadeza del barbero y calidad de trabajo
ISO:12800
Diafragma: 2.3
Obturación:1/600

Corte de cabello
ISO:12800
Diafragma: 2.3
Obturación:1/600

Corte de cabello
ISO:12800
Diafragma: 4.3
Obturación:1/600

ISO:12800
Diafragma: 5
Obturación:1/600

ISO:12800
Diafragma: 8
Obturación:1/600

ISO:12800
Diafragma: 17
Obturación:1/600

ISO:12800
Diafragma: 15
Obturación:1/600

ISO:12800
Diafragma: 5
Obturación:1/600

Monocromo (MC)
ISO:12800
Diafragma: 15

Obturación:1/600

Monocromo (MC)
ISO:12800
Diafragma: 9
Obturación:1/600

Monocromo (MC)
ISO:12800
Diafragma: 8

Obturación:1/600



No hay comentarios:

Publicar un comentario